Los automóviles que equipan motores de combustión interna tienen un gran potencial para la mejora en sus consumos y emisiones.
Esto se debe a que, por un lado, la optimización tecnológica de los motores de este tipo aumentan su eficiencia y reducen las pérdidas de energía.
El volumen mundial de automóviles con sistema de cambio manual se prevé que siga en incremento los próximos años, y con el E-Clutch se podrá beneficiar de nuevas tecnologías, sobre todo de cara a la reducción de consumo de combustible y de emisiones de CO2.
¿Motores de combustión, de gasolina o coches eléctricos?
El motor de combustión, el cual está consiguiendo un nivel de eficiencia inmejorable, lleva más de un siglo de trabajo a sus espaldas.
La producción de las baterías y la generación de electricidad que mueve a los coches eléctricos, puede emitir más CO2 que el emitido por un tubo de escape de un coche convencional de motor de combustión durante todo su ciclo de vida.
Por otro lado, los motores de gasolina, han alcanzado diversos progresos durante los últimos 15 años en cuanto a la reducción de consumo y emisiones de CO2.
Debido a las imposiciones de la legislación medioambiental cada vez más restrictivas, los fabricantes de automóviles han ido incorporando las tecnologías que ya se fueron implementando a los diésel.
Eso, ha permitido diseñar motores de menor tamaño y con una cilindrada menor.
Tecnologías de los motores de combustión
Algunas tecnologías que seguirán mejorando los motores de combustión:
- Hibridación. Los motores de combustión irán evolucionando hacia el sistema híbrido con el objetivo de seguir optimizando su funcionamiento.
- Gestión Térmica. Optimizar el balance térmico del sistema junto con sus componentes individuales, es indispensable para aumentar la eficiencia de los sistemas futuros de propulsión.
- Reducción de la fricción. Los rodamientos ya han reducido bastante los niveles de fricción en unidades accesorias. En el turbo, estos últimos pueden llegar a reducir hasta un 80% turbocompresores y taqués.